Después de echar a andar en septiembre, el Polo del Acero dio ayer un paso más con su presentación oficial a los diferentes equipos de investigación de la Universidad de Oviedo, que se incorporó al proyecto el pasado mes de diciembre. El clúster pretende mejorar los procesos y los productos relacionados con el acero en Asturias, a través de la innovación y la tecnología. Sus impulsores tienen claro que el futuro económico de la región pasa por apostar por productos de valor añadido -«los de bajo valor se van a ir a otros países», reconocía el director gerente de la Fundación ITMA y secretario del Polo del Acero, Íñigo Felgueroso- y nadie pierde de vista la tradición siderúrgica de la región y su experiencia en la transformación y desarrollo de nuevos aceros.
Para ello, queda una asignatura pendiente: «Nos falta colaborar más» y aprovechar la concentración de empresas del sector en un espacio limitado y «capaz de cubrir gran parte de la cadena de valor». Mejorados los mecanismos de colaboración, apuntó Felgueroso, se habrá recorrido un buen trecho «en la mejora de la competitividad y la riqueza» de la comunidad.
El de ayer fue un primer acercamiento, para que el clúster sirva de herramienta de contacto entre los grupos investigación y las empresas. El siguiente será presentar en la región, a finales de mes, el plan estratégico que después llevarán al Ministerio de Industria, para ser reconocidos como agrupación empresarial innovadora excelente, con el objetivo de poder acceder a programas competitivos.
Impulsar el liderazgo a través de la diferenciación tecnológica y fomentar la colaboración de las empresas participantes es la misión de un proyecto que busca fomentar la sensibilización y el apoyo a la I+D+i asturiana y sumar la masa crítica necesaria para mejorar la capacidad competitiva del sector. Para ello, desarrollará varias líneas o grupos de trabajo: bienes de equipo, energía, ferrocarril, automóvil, naval y siderurgia.